La ruleta se puede considerar como un juego emblemático de los casinos, que siempre termina cautivando a los jugadores, después de todo, es encantador y genera emoción.
Sin embargo, más allá del azar puro, existen estrategias que los jugadores pueden emplear para aumentar sus posibilidades de éxito y maximizar sus ganancias en la mesa.
Estrategia de Martingala
Su concepto es simple, el cual se basa en que por cada vez que pierdes, duplicas tu apuesta en el siguiente giro hasta que ganes. Una vez que ganes, vuelves a la apuesta inicial y comienzas de nuevo. La idea detrás de esta estrategia es que eventualmente ganarás y recuperarás todas tus pérdidas, además de obtener una pequeña ganancia.
Sin embargo, la Martingala no está exenta de riesgos, pues requiere de una cantidad sustancial de capital para soportar una posible racha perdedora, y los límites de apuestas en la mesa pueden limitar su efectividad.
Estrategia de D’Alembert
La estrategia de D’Alembert que usa en un casino es de progresión, y es más suave que la Martingala. En lugar de duplicar las apuestas después de una pérdida, lo sugerido es aumentar la apuesta en una unidad después de una pérdida y disminuirla en una unidad después de una victoria. La idea es equilibrar las pérdidas y ganancias a lo largo del tiempo, manteniendo el riesgo bajo control.
Estrategia de Fibonacci
Si hablamos de Fibonacci, concretamente de la técnica para la ruleta, se basa en la secuencia matemática del mismo nombre, en la que cada número es la suma de los dos números anteriores, lo que queda más claro si miramos estos números: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, etc. Lo que se debe hacer es apostar la suma de los dos números anteriores luego de perder, y retroceder dos números al ganar.
Al igual que la Martingala, la estrategia de Fibonacci tiene como objetivo recuperar las pérdidas anteriores con una sola victoria. Sin embargo, a diferencia de la Martingala, la indicada progresa de manera más gradual, lo que puede hacer que las pérdidas sean más manejables en el corto plazo.
Estrategia de Paroli
La estrategia de Paroli es otra de tipo progresión, que se centra en aumentar las apuestas deportivas después de una victoria y volver a la apuesta inicial después de una pérdida. Es el opuesto de la Martingala, ya que busca capitalizar las rachas ganadoras en lugar de las perdedoras, como es evidente.
La ventaja de Paroli es que limita las pérdidas durante las rachas perdedoras mientras maximiza las ganancias durante las rachas ganadoras. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las rachas ganadoras no son garantizadas, lo que resulta a veces en pérdidas si no se ejecuta con disciplina.
Estrategia de Juego Equilibrado
Una estrategia menos conocida, pero igualmente efectiva es la de juego equilibrado. Lo que se hace es distribuir las apuestas de manera uniforme en una variedad de opciones en la mesa de la ruleta, como números individuales, grupos de números, colores o paridad. Al diversificar las apuestas de esta manera, los jugadores cubren una mayor parte del tablero y aumentar sus posibilidades de ganar en cada giro.
Si bien llega a parecer menos emocionante que las estrategias de progresión u otras que quizás gusten más, puede ser una opción más segura y estable para aquellos que prefieren un enfoque más conservador en la ruleta.
Estrategia de Labouchere
Llevarla a cabo implica crear una secuencia de números que representen la cantidad total que el jugador desea ganar. El jugador apuesta la suma de los dos números extremos de la secuencia y cruza los números apostados si gana. Si pierde, agrega el monto perdido a la secuencia. La intención es cruzar todos los números de la secuencia para obtener la ganancia deseada.
Estrategia de Oscar’s Grind
Para aplicarla solo tienes que aumentar las apuestas después de una victoria y mantenerlas constantes después de una pérdida, siendo que con ella se pretende aprovechar las rachas ganadoras y limitar las pérdidas en aquellos momentos en que toca perder. El jugador incrementa la apuesta en una unidad después de cada victoria y la mantiene igual después de una pérdida, y solo aumenta la apuesta cuando se ha recuperado la pérdida anterior.